Galletitas de mantequilla, una delicia para toda la familia

Si hay una receta fácil de hacer y que puede implicar a toda la familia en su preparación esta es la de las galletitas de mantequilla. Unas galletas que gustan a todo el mundo y que a los niños les encanta preparar en casa.

Para la masa necesitarás los siguientes ingredientes:

 

 

 

  • 160 g de azúcar
  • 2 huevos medianos
  • 450g de harina
  • ralladura de limón (con mucho cuidado de no usar la parte blanca
  • 1 sobre de levadura química
  • 1 pizca de sal

A mayores vas a necesitar los cortadores para las galletas y papel film para la masa. Los cortadores te recomendamos comprarlos en tiendas especializadas porque, aunque su precio es un poco más caro, duran mucho tiempo impecables.

Calienta la mantequilla para que quede en textura pomada y mezcla con los huevos, el azúcar y el limón. Añade poco a poco la harina con la levadura. Al contrario de lo que ocurre con otras masas, esta es muy fácil de trabajar por lo que puedes hacer dos montones para que tu hijo o tus hijos amasen. Solo hay que integrar todo y no es necesario trabajar la masa como cuando se hace un pan.

Pon la masa en un cuenco, cubre con papel film y espera al menos media hora para que la masa se endurezca. Espolvorea con harina la superficie de trabajo y pon el horno a precalentar a 180 grados.  Toma un poco de masa y con un rodillo extiéndela para que quede una masa de más o menos 2 centímetros de grosor. Este es otro trabajo que pueden hacer los niños con tu ayuda.

Una vez que está estirada la masa llega la parte más divertida del proceso de hacer galletas: cortarlas. Deja que tus hijos usen el cortador en la masa y tú levanta las galletitas con cuidado para que no pierdan la forma. Ponlas en la bandeja del horno sobre papel de hornear con una separación entre ellas ya que van a crecer al cocerse.

No te preocupes si los niños desaprovechan la masa, puedes volver a juntarla y estirarla para hacer más galletas y, con los trozos que sobren, hacer palitos. Hornea las galletas durante diez minutos aproximadamente, verás que se ponen doradas. Ahora te toca la parte más dura del plan: convencer a los niños de que no las toquen hasta que estén frías.