Mi hija ha tenido la “suerte” de nacer el día de Reyes. Ahora solo tiene tres años, pero en breve empezará a darse cuenta de que los demás amiguitos tienen un día más de regalos que ella: a cambio, el día 6 de enero, ella recibe una montaña de regalos, los propios de sus cumpleaños que le traen sus papás, familiares y amigos, y los que le traen sus Majestades los Reyes Magos.
Para nosotros, terminar la Navidad así también es un “regalo”… Después del estrés navideño que siempre conlleva la Nochebuena y el fin de año, nos toca preparar una macrofiesta doble para el 6 de enero. No nos podemos olvidar de la decoración propia de ambas fechas: por un lado, son los Reyes y, por otro, el cumpleaños. No podemos mezclar las dos cosas, porque no son lo mismo, pero son el mismo día… ¡Una locura!
Pero todo tiene su lado positivo que diría aquel… En apenas diez días concentramos casi todos los regalos de la niña en todo el año, al menos en cuanto a fiestas se refiere: primero la llegada de Papá Noel, y luego el cumple y los Reyes. Y una vez que empiezas a mirar regalos y le coges el tranquillo ya todo va como la seda. Este año yo le he comprado, entre otras cosas, unos estores niños con el dibujo de Peppa Pig y su hermano George. La niña está enloquecida con esos dibujos, como muchos de sus amiguitos.
La verdad es que son unos dibujos muy amenos y muy bien pensados para niños pequeños. Su estética está súper cuidada para que gusten a los niños con esos dibujos de contornos gruesos y colores vivos, todo con animales y cosas sencillas. Y la voz en off que narra lo que va pasando ayuda a los niños a entender el mensaje que siempre suele ser sencillo y positivo.
La niña ya tiene varias cosas de Peppa pero no se esperaba los estores niños con la decoración de su cerdita preferida para colocarlo en su habitación. Ahora se va a dormir antes solo por ver a Peppa cubrir la ventana.