CÓMO PRODUCIR TU PROPIA MÚSICA

¿Siempre te ha apasionado el mundo de la música? ¿Quieres crear canciones, pero no sabes muy bien cómo producirlas? Si has contestado sí a ambas preguntas, no te preocupes que aquí te traemos la solución: cursar una Diplomatura en Creación y Producción Musical y empezar a crear tus propias canciones.

 

¿Qué posibilidades te ofrecen estos estudios?

 

En primer lugar, aprenderás conocimientos básicos que cualquier músico debe conocer como tener educado el oído, comprender el lenguaje musical y manejar ciertas herramientas de composición o armonía. Además, también estudiarás sobre cómo realizar arreglos o todo lo vinculado a la instrumentación. La teoría sobre los distintos géneros musicales también tendrá cabida en estos estudios ya que aprenderás a distinguir cada uno de ellos.

 

Asimismo, una vez avances más en tus estudios, profundizarás en otras cuestiones como las técnicas de composición, de estilos y la propia composición de letras. Pero no solo eso, sino que pondrás en práctica todos los conocimientos teóricos dados con anterioridad y utilizarás recursos electrónicos y escénicos para posteriormente crear tu propio disco musical. En lo que respecta a este campo, también te formarás en las distintas aplicaciones creativas del sonido con el fin de dar un toque personalizado a tu proyecto.

 

Por otro lado, también aprenderás conocimientos que no tienen que ver tanto con el ámbito musical en sí, pero que serán fundamentales para tu futuro laboral como requisitos para empezar un negocio propio, habilidades de gestión y liderazgo, marketing, comunicación oral orientada a la presentación de un producto, distribución o creación de un portafolio, entre otros elementos.

 

Por todas estas razones, si lo que deseas es ser músico, no te lo pienses más y aprovecha a formarte en un ámbito en el que además de ganar dinero produciendo y componiendo tu propia música, disfrutarás enormemente del proceso.


¿Qué quiero ser? 

He empezado a estudiar un grado en audiovisuales y está siendo una experiencia muy prometedora pero también exigente. Tenía claro desde siempre que quería dedicarme a una actividad artística relacionada con el mundo audiovisual, pero no tenía claro a cuál. Tengo amigos que están seguros de que serán fotógrafos, o actrices o directores. Pero a mí me interesa un poco todo. Por eso decidí que quería empezar estudiando un programa amplio y versátil que de mano no me cerrase ninguna puerta. 

Fue así como empecé con el Grado en Artes Audiovisuales Madrid. Cuando me estuve informando me convencieron varios detalles. Uno de ellos es que se trata de una formación amplia y que en los primeros cursos toca bastantes parcelas. A nivel técnico, haciendo este grado obtendrás la capacitación para ser cámara dominando diferentes tecnologías de última generación del proceso de grabación. Esto es imprescindible si quieres se director de cine, pero también se puede aplicar a otros campos como la publicidad. De hecho, grandes directores de cine empezaron como directores de anuncios. 

Y luego está la fotografía. Toda película o serie necesita un director de fotografía. A veces esa labor la hace el propio director de la película, pero por regla general se trata de un perfil diferente. En mi caso me encanta la fotografía y ya he ganado algún concurso relacionado con esta disciplina. Pero tampoco estoy seguro de querer enfocarme en exclusiva a esta profesión. 

Por eso agradezco que el Grado en Artes Audiovisuales Madrid ofrezca inicialmente un panorama general de la fotografía desde un punto de vista profesional y sus diferentes derivaciones, pero sin perder de vista el sonido, la actuación o el guión, otros elementos que también me interesan y que forman parte de una película. 

Por todo ello, en el fondo, me encanta el cine, porque es una combinación de varias disciplinas artísticas diferentes que se ponen en común para elaborar una obra singular. Gracias a mis estudios estoy poniendo en práctica muchos de mis gustos y ya veré más adelante hacia dónde quiero enfocar mi carrera más en concreto.


Aprender a contar sin palabras

Suena muy poético y en la práctica en gran parte lo es. La fotografía es el arte de contar con imágenes; de captar la esencia de cada persona en un retrato y la atmósfera en cada paisaje, o hacer emerger de la nada lo que de alguna manera el fotógrafo sí sabía que estaba ahí. Porque hay que tener instinto para ser fotógrafo y saber cuándo disparar y congelar ese fragmento de vida que se convertirá en una imagen única. Pero sin el dominio de la técnica que la sustenta, es casi milagroso lograr una buena foto que, por otra parte, será más rica cuantos más referentes tengamos que agudicen y despierten nuestra mirada. Al menos hoy en día estos elementos pueden estudiarse en la reciente especialidad del grado en fotografía y creación digital.

 

Por ahora, es el único grado en fotografía que actualmente existe en España y lo imparte el Centro Universitario de Artes TAI. Son cuatro años en de aprendizaje en los que, al terminar, se sale con una doble titulación, un Experto en Comunicación Audiovisual que se va cursando a lo largo de la carrera y que incluye contenidos de redes sociales y marketing, entre otros conceptos. El plan de estudios tiene una clara división en dos etapas de aprendizaje: primero y segundo asientan las bases de aspectos técnicos y conceptuales. Es a partir de tercero que se incluyen talleres monográficos sobre moda, paisajes, arquitectura, etc. y se aprenden las herramientas y los flujos de trabajo de cada área. Es una panorámica completa para que el alumno diversifique sus conocimientos y pueda luego elegir dónde y cómo especializarse. 

 

Entre los profesores de TAI hay referentes actuales de la fotografía de todos los géneros, como Nacho Pinedo y Federico Baixeras, profesionales en activo de largo recorrido en publicidad, moda y edición, Lurdes R. Basolí, con una perspectiva más documental, o Jon Cazenave y María Platero, desde territorios más artísticos. Todos ellos, trabajan bajo un método que es el buque insignia del centro: una pedagogía práctica e interdisciplinar, asentada en una enseñanza personalizada, con seguimientos individuales a cada estudiante. 

 

El grado en fotografía es un logro que ha conseguido condensar en cuatro años conocimientos y técnicas que a muchos profesionales les ha costado toda su carrera adquirir, pero bien es cierto que la personalidad propia de cada fotógrafo es algo único, que quizás nadie pueda enseñarte. Pero es justo ahí donde una carrera universitaria debería enfocar sus esfuerzos: en potenciar la voluntad de explorar esa geografía desconocida, llena de universos y miradas posibles.