¿Colchón duro o colchón blando?

Todos somos diferentes a la hora de dormir. Algunas personas quieren sentir como el colchón les envuelve obteniendo la sensación de estar durmiendo sobre una nube de algodón. Otros aprecian mucho más un lecho firme que no ceda en exceso.

Los especialistas recomendaban hace años una cama muy dura para evitar los problemas de espalda, pero hoy se ha demostrado que no es lo mejor. De hecho, los famosos colchones de látex que tanto se vendieron hace algo más de una década ya casi no se venden porque su dureza hacía que las personas con problemas de inflamación articular tuvieran dolor al dormir.

Hoy se apuesta por colchones descanso que cedan al peso del cuerpo, tal como hace la viscoelástica. Pero incluso este material tiene diferentes grados. Un colchón con una capa fina de viscoelástica notará más las condiciones del material que lleve en su interior, sea espuma, látex o muelles, mientras que uno con una capa muy gruesa dará una sensación más intensa de mullido.

Pero, ¿qué pasa con las personas que se han comprado un colchón de látex en el pasado y ahora descubren que no es lo más cómodo para ellos? Se trata de colchones muy caros que, por supuesto, no pueden ser desechados como si fueran sábanas con un tacto que no nos agrada. Por suerte, hay una buena solución para esto.

En muchas tiendas de colchones es posible comprar los llamados colchoncillos o toppers para colocar encima del colchón. No son protectores, sino que son colchoncillos más gruesos con una capa de diferente espesor que puede ser de viscoelástica o de plumas. Esto le da al colchón un acabado diferente y mucho más agradable.

Es, en resumidas cuentas, como añadirle una capa al colchón, pero escogiendo el grosor y el material que se le aplica. Aunque no son baratos, salen a cuenta cuando se ha invertido mucho dinero en un colchón que luego no resulta como esperábamos porque no hemos escogido bien los materiales.

La mejor forma de acertar con un colchón es apostando por la viscoelástica combinada con muelles para quien quiera una gran adaptabilidad o combinada con látex o espuma si se desea un mayor grado de firmeza. Para quienes disfruten sintiendo un colchón mullido la capa de viscoelástica debe de ser gruesa mientras que quienes prefieran adaptabilidad, pero más natural, deben de apostar por una capa más fina.


Comienza tu negocio con la menor inversión

Comenzar un negocio requiere de una inversión económica que puede ser mayor o menor en función de como se planifiquen las cosas. Hay aspectos en los que es realmente complicado ahorrar dinero, por ejemplo en el pago de tasas que son obligatorias y tienen un importe fijo. Como mucho, se puede ahorrar el dinero que se pagaría a una gestoría haciéndolo uno mismo, pero con el riesgo de olvidar algún papel y acabar sufriendo consecuencias.

Pero hay otros aspectos en los que sí es posible ahorrar dinero. Por ejemplo, si no se necesita de una oficina para recibir clientes, montar un despacho en casa hará que se ahorren muchos gastos de alquiler y que incluso se pueda deducir un porcentaje del IVA en el pago de los servicios. Para esto, la vivienda tiene que estar dada de alta como lugar de trabajo, algo fundamental para poder llevar a cabo esta deducción de manera legal.

También se puede ahorrar en la compra de los vehículos. Existen una gran oferta de vehiculos industriales de segunda mano que proceden de negocios que no llegaron a salir adelante. Se trata de coches o furgonetas con muy pocos kilómetros y que tienen una considerable rebaja en el precio respecto a su compra nuevos. Si se adquieren en un concesionario o en una compraventa oficial con factura, este gasto puede incluirse entre los amortizables de la empresa y por tanto, además de ahorrar dinero en la compra se podrá deducir una parte del IVA.

Ahorrando en el local y en la compra del vehículo, la mayoría de los negocios van a recortar gran parte de los gastos principales, por lo que la inversión inicial va a ser muy baja y será mucho más factible comenzar con la actividad empresarial sin tener que esperar a reunir un gran capital para evitar préstamos demasiado cuantiosos que, sobre todo al principio, pueden ser complicados de devolver.

En lo que no se debe de regatear es en las herramientas de trabajo principales, que siempre deben de ser de muy buena calidad para ofrecer al cliente un servicio eficaz y perfecto. Así, estarán satisfechos y funcionarán como nuestros mejores embajadores, al recomendarnos a amigos y familiares, una de las mejores maneras de promoción para cualquier negocio que comienza y que necesita hacerse con una agenda de clientes inicial con la que comenzar su andadura.