Es la letra pequeña de montar un restaurante: ¿dónde y cómo conseguir buenas materias primas para elaborar nuestros platos? En ocasiones, son los propios dueños del restaurante los que compran parte de las materias primeras en mercados cercanos, lo cual es altamente recomendable, pero también poco práctico. Lleva mucho tiempo y suele ser poco rentable. Por ello, al final la mayoría de restauradores apuestan por contar con proveedores y distribuidores que lleven los productos al propio local. Ahora bien, la selección de esos proveedores será fundamental para nuestro restaurante.
Entonces, ¿cómo seleccionar un proveedor? Pongamos un ejemplo: necesitamos langostino de cultivo congelado para hosteleria. Podemos hacer una búsqueda por internet para echar un vistazo. Otra fórmula es por recomendaciones de otros restaurantes. “Oye, ¿quién te sirve los langostinos?”. Un servicio de este tipo debe garantizar no solo la calidad del producto, sino la eficacia del transporte y el almacenado. Un problema con una partida de langostinos puede ser una catástrofe para un restaurante.
Por lo tanto, si no tenemos un proveedor de confianza, vamos a tener que apostar por uno hasta que se gane nuestra confianza. Si las opiniones de otros restaurantes son positivas nos ayudará a iniciar una relación con ese distribuidor. Por supuesto, el precio es otro factor clave. Si barajamos cuatro opciones de langostino de cultivo congelado para hosteleria y uno de ellos es mucho más caro que el resto es probable que lo descartemos: el presupuesto de un restaurante en relación a las materias primas es clave: si nos pasamos con un producto, tendremos que ahorrar con otro y a veces no compensa. Al final, aunque sea un tópico, debemos intentar lograr un acuerdo con los proveedores que ofrezcan la mejor relación calidad/precio.
Y, por último, un aspecto importante a la hora de organizar nuestros proveedores es tener un canal de comunicación lo más estrecho posible. A lo largo del año se producen diferentes cambios en el menú o cambios en los productos que distribuye un proveedor y ambas partes deben estar preparadas para adaptar el servicio a la demanda del cliente y la disponibilidad del proveedor.