Pros y contras de viajar en caravana

¿Estás mirando caravanas en venta en galicia pero todavía no te decides a comprar? Queremos ayudarte a aclarar tus ideas contándote todos los pros y contras de esta forma de viajar, cada vez más popular en nuestro país.

Los pros de viajar en caravana son principalmente tres:

-El poder viajar sin tener que programar tus horarios e itinerario. Tienes mucha más libertad que cuando tienes que reservar habitaciones de hotel y llegar o salir de los sitios a horas muy determinadas. Con la caravana tú decides a dónde vas, cuándo vas y cuánto tiempo te quedas en función de lo a gusto que te sientas.

-Viajar con niños es mucho más cómodo. Viajar con niños puede ser incómodo y caro. Pueden necesitar parar con mucha más frecuencia que los adultos para beber, ir al baño o simplemente para descansar del coche y estirar las piernas. Y comer con ellos en restaurantes puede ser caro y complicado ya que no están acostumbrados ni a la comida de adultos ni, cuando son muy pequeños, a estar quietos en un local durante demasiado tiempo. Con la caravana los niños comen como en su casa, a los horarios que quieren y se puede parar tantas veces como haga falta. A la hora de dormir también es muy cómodo, ya que los pequeños están al lado de los adultos sin necesidad de contar con habitaciones especiales.

-Puedes acampar pero con tus pequeños lujos. Con la caravana puedes ir a disfrutar de un camping pero con tu WC privado, tu propia cocina y una serie de comodidades que no vas a tener en una tienda de campaña. Una forma muy especial de vivir el camping y a la vez poder realizar escapadas cuando apetezca sin que eso suponga un gran desembolso.

Como hemos dicho, viajar con una caravana también tiene algunas pequeñas incomodidades, aunque cada vez son menos.

-La necesidad de contar con espacios acondicionados para vaciar y rellenar depósitos. Los parkings para caravanas permiten vaciar aguas sucias y rellenar los depósitos del agua limpia y además ofrecen un espacio cómodo y seguro para pasar la noche. Encontrarlos era, hasta hace poco, el principal inconveniente de viajar en caravana. Pero, por suerte, cada vez son más sencillos de encontrar porque dado que hay más personas que viajan de esta manera, hay más espacios para este tipo de vehículos.


El error de hacerlo todo uno mismo 

Lo admito: no me gusta trabajar en equipo. Llevo tantos años trabajando solo que he perdido ciertas habilidades sociales. Entiendo que para trabajar en equipo hay que saber escuchar, ser paciente y colaborativo, además de estar abierto a las correcciones de otros. Como en los últimos años yo he sido el único responsable de mi trabajo y la opinión de otros era poco importante para el éxito de los trabajos he aprendido a hacerlo yo todo por mí mismo.

Esta forma de trabajar tiene sus ventajas. Principalmente, la autosuficiencia. Pero tiene sus obvias desventajas. Y es que cuando llega un momento en el que algo me queda demasiado lejos o no sé cómo abordarlo debo colaborar con otra persona, y he perdido la costumbre. Cuando tuve que elaborar material publicitario para un proyecto me vi muy limitado por mis propios conocimientos. Traté de intentarlo yo mismo, pero perdí bastante tiempo y algo de dinero. Entonces me di cuenta de que no me quedaba más opción que buscar a alguien que me ayudase. Y empezaron los problemas. 

Probablemente mi gran defecto a nivel laboral sea la impaciencia, sobre todo cuando se trata de cuestiones técnicas, no tanto creativas. Todo lo relacionado con el dominio de los programas informáticos me crea bastante ansiedad, sobre todo por ese proceso inevitable que se da hasta que logramos un mínimo dominio de este. Y esta impaciencia también se traslada a los colaboradores técnicos. Creo que las cosas deben hacerse más rápido de lo que se hacen y suelo ser un poco agonías. 

Pero en ocasiones te encuentras con personas que te ponen en tu sitio y eso te sirve para madurar un poco. Cuando acudí a una chica diseñadora para que me ayudara con ese material publicitario y empecé a meterle presión ella me paró los pies rápidamente. Incluso me dijo que dejaría el trabajo a medias y que no cobraría pero que eso no eran modos. Y entonces me di cuenta de que en aquello estaba yo para aprender de ella y no al revés. Al final, por muy individualista que uno sea, siempre necesita ayuda de alguien más.