Una de las cosas buenas de tener un niño en casa es que puede ayudar a mejorar la alimentación familiar. Los niños tienen necesidades muy específicas que hay que cubrir y, además, deben aprender lo antes posible las normas de la alimentación sana y equilibrada. Y ya sabemos que los niños lo copian todo. Así que si nos ven meternos una hamburguesa a diario es probable que acaben comiendo más hamburguesas de la cuenta.
En nuestra casa yo soy el que peor ejemplo ha dado estos años, pero he decidido que la historia va a cambiar porque el niño se va haciendo mayor y se da cuenta de que yo, a veces, no sigo las reglas que le impongo a él. He acudido a un endocrino que me va a dar pautas para mejorar mi alimentación. Pero eso no quiere decir que no podamos juntarnos, mi hijo y yo, a deleitarnos con algún capricho. A él le encanta el queso y a mí también. Le encanta probar todo tipo de quesos, así que a veces busco para Comprar online queso parmegiano reggiano, uno italiano que le gusta mucho.
A los que no tienen niños les sorprende lo que puede llegar a ‘tragar’ un peque sin coger sobrepeso. Y es que los niños necesitan crecer y precisan un considerable aporte de nutrientes. Además, a veces tienen lo que se conoce popularmente en nuestra casa como ‘crisis de crecimiento’ generalmente asociado a cuando los bebés precisan más leche de lo normal. Pero que en el caso de nuestro hijo es cuando tiene el día en que se pasa una hora sentado en la mesa del comedor.
Lo cierto es que nuestro hijo se lo toma con calma. Puede estar en la mesa y para un rato de comer, y luego vuelve. No es de esos que lo devora todo en cinco minutos. La verdad es que da gusto verlo, parece un señorito. Y cuando alguna vez me da por comprar online queso parmegiano reggiano se le ilumina la cara. Se lo tengo que medir porque con eso sí que le cuesta más controlarse.