Montar un mesón puede ser un gran negocio si sabes dar con las personas clave para que este triunfe. Para empezar, tanto si lo vas a montar como inversión como si lo haces para trabajarlo personalmente, tú vas a ser la principal clave. Porque tendrás que encargarte no solo de buscar al resto del equipo, sino también de controlar y supervisar todos los aspectos del trabajo diario.
Quién se encarga de montar un mesón tiene que responsabilizarse de llevar las cuentas y de que todo cuadre, ya que, si esto no funciona, nada más lo hará. Esto no quita de que pueda contratarse a una gestoría para realizar los trámites, pero siempre sin desentenderse de cómo están las cosas y de cómo se están haciendo.
La cocina es muy importante en un mesón. Si este es de gran tamaño y hay que atender a muchas mesas, tendrá que contar con el personal suficiente para ello. Es buena idea contratar a un jefe o jefa de cocina con experiencia y soltura que se encargue de elegir a su equipo para trabajar de una forma eficaz. Si se escoge bien a la persona que dirigirá la cocina, esta tendría que poder encargarse del personal de esta y, junto contigo como responsable único, de la elaboración de una buena carta.
Por supuesto, también es muy importante la elección de los camareros y camareras de mesa. Es fácil caer en la tentación de contratar a amistades o parientes sin experiencia pensando que el trabajo puede desarrollarlo cualquiera. Pero un equipo profesional siempre es la mejor elección. Como antes, si se necesitan muchas personas, una debe de estar a cargo y ser la responsable del resto.
De poco vale que el personal sea de primera si los productos no lo son, por eso hay que controlar todo lo que entra en la cocina, desde quién proporciona las carnes y pescados más caros hasta del distribuidor de tinta de calamar congelada para hosteleria. Todo importa y todo tiene que tener el nivel de calidad que se quiere para el establecimiento ya que un mal producto puede estropear todo el plato.
Tener reuniones periódicas con los responsables de las distintas áreas del negocio y escuchar sus sugerencias y propuestas ayudará no solo a que crezca el negocio, sino también a que los trabajadores se impliquen y se sientan valorados.