4 tipos de viajes que triunfan

  1. Viajes enológicos. Perfectos para los amantes del vino pero también para los meros curiosos. Pueden incluir las visitas a bodegas y, en la época de la vendimia, permiten ver cómo se recoge la uva e incluso los métodos tradicionales para pisarla. Existen bodegas para visitar en rias baixas con una gran demanda. Es frecuente, además, que cuando se visitan estos lugares se realicen degustaciones e incluso puedan comprarse botellas.

Algunas grandes bodegas tienen hoteles propios para alojar a los amantes de esta bebida, con restaurantes y cartas de vinos a la altura de los más exigentes.

  1. Viajes ecológicos. Son los favoritos de los amantes de la naturaleza. Se trata de viajar a lugares que no son comunes y en los que no hay mucho turismo, pero si parajes de gran belleza. Estas personas se hospedan en casas rurales o incluso en viviendas vacaciones, que son cada vez más comunes en lugares alejados de las rutas tradicionales ya que saben la demanda que existe.

Estos viajeros suelen ser personas concienciadas que cuidan el entorno que visitan y por eso, son muy bien recibidos por los habitantes de estos lugares.

  1. Viajes en caravanas. Las caravanas son tendencia y cada vez vemos más en nuestras carreteras. Permiten viajar de una manera económica, pero, sobre todo, ofrecen mucha libertad. Es una forma de viajar que encanta a los más jóvenes, pero también a matrimonios con niños que ven en este tipo de vehículos la respuesta que buscaban para poder tener sus cosas habituales, sus comidas y sus horarios habituales tal y como reclaman los pequeños, pero sin tener que quedarse en casa.
  2. Viajes intercambiando casa. En España no estamos demasiado habituados a esta práctica, pero es más o menos habitual en otros países. Existen Webs en los que la gente anuncia su vivienda para el periodo en el que va a estar de vacaciones y la intercambian con otros usuarios. En algunos casos, el intercambio se produce entre dos personas, una casa por la otra. En otros casos, una persona acude a casa de otra pero a su vivienda acude un tercero. Todo dependerá de las circunstancias y de las preferencias de cada uno y de la disponibilidad de viviendas en el lugar al que quieren acudir.

Se pacta todo, incluso muchos dejan a sus mascotas y los “invitados” se ocupan de alimentarlas y cuidarlas.