- Los suelos de madera rústica. La madera es lo mejor que se puede usar en un suelo por su calidez y por su belleza. Otros materiales pueden ser bonitos y duraderos, pero ninguno compite con la madera. Los suelos de madera rústica son tendencia, con los nudos de la madera a la vista y con tablas anchas que hagan pensar en una casa de campo, pero en una de lujo con los acabados finales.
Si se quiere un suelo un poco más económico puede usarse el pino, tratado y teñido en el tono deseado. Los suelos de roble son mucho más resistentes y duraderos y están también los de maderas tropicales, que tanto éxito han tenido por su gran resistencia al agua y al roce, pero que últimamente se utilizan menos por su coste ecológico.
- Los revestimientos con ladrillos cultivados. Los ladrillos a la vista están de moda. Pueden ser al más puro estilo de Nueva York, como en los lofts que vemos en muchas películas, o un poco más rústicos. Pero son sinónimo de elegancia y de sofisticación, sobre todo cuando se usan en una zona concreta nada más. Destacan mucho esa pared y la convierten en el centro de la estancia, por ejemplo la pared de la chimenea del salón. Algunos prefieren usarlo en un lateral para darle carácter y una decoración más urbanita a la habitación.
Este tipo de revestimientos quedan también maravillosamente bien en los porches. Se colocan en la pared que es el frente de la casa y le da un aspecto totalmente diferente, haciendo que resulte mucho más acogedor. Además, si el revestimiento es de calidad, es también un buen aislante para la pared y estará ganando toda la casa, no solo en estética.
- Las estufas de gas. Es cierto que pocas cosas son tan relajantes como ver arder la leña. Pero, siendo realista, ¿quién puede tener algo así en un piso? Las estufas de gas pueden imitar muy bien la sensación de leña ardiendo, sobre todo si son de muy buena calidad, y dar esa calidez y esa sensación de elegancia que proporciona una estufa. Pero, lo mejor de todo, es que no necesitan ningún mantenimiento ni precisan de una salida de gases. Pueden conectarse al gas ciudad y tendrás una estufa como el resto de la calefacción de la casa, pero con un toque especial que las hace ideales para poner en el salón o en el dormitorio.