Viajar en caravana: ¿por qué es más beneficioso que hacerlo en autocaravana?

Internet ha impulsado la compraventa de vehículos recreativos. Los anuncios de «se vende caravana barata» y de «autocaravanas en oferta», por ejemplo, abundan en las principales plataformas del sector. Pero ¿cuál de estos medios de transporte es más ventajoso? Una parte de los consumidores se decanta por las caravanas debido a su precio económico.

Y es que adquirir una caravana requiere una inversión menor, generalmente por debajo de los veinte mil euros, mientras que una autocaravana supera los treinta mil euros de media en la mayoría de CC.AA. Al carecer de unidad de potencia y otros sistemas, su mantenimiento es menos exigente, lo que supone un ahorro a medio y largo plazo. Por su parte, los seguros específicos para caravanas cuestan menos que los dedicados a autocaravanas.

La movilidad es otra de las fortalezas de este vehículo de remolque. Su longitud y anchura es inferior a la que presenta la mayoría de autocaravanas del mercado, cualidad que mejora su capacidad de estacionar y circular por calles estrechas. Este beneficio también redunda en la manejabilidad, más sencilla y accesible a cualquier perfil de conductor.

Pese a sus reducidas dimensiones, las caravanas tienden a ser más espaciosas que las autocaravanas, al prescindir de cabina, motor y otros elementos. De ahí que su interior sea más confortable, garante de una mejor experiencia a bordo.

Circular con una autocaravana plantea más riesgos que una caravana, que puede remolcarse con utilitarios, berlinas, monovolúmenes y otros vehículos de segmentos comunes. Por tanto, es considerado un transporte familiar debido a su alta seguridad.

Pero viajar en caravana presenta ciertas desventajas, como la lentitud de los desplazamientos. El Reglamento General de Circulación limita a noventa la velocidad máxima que un remolque inferior a los 750 kilogramos puede mantener en autovías y autopistas. Este y otros pros deben ser sopesados antes de invertir en una caravana.