CUALQUIER DEPORTE TIENE SUS RIESGOS

Hace poco he visto en la televisión que había una polémica en la cual discutían sobre los presuntos efectos secundarios de golpear la pelota de fútbol con la cabeza. Todo esto venía porque un jugador de fútbol inglés muy conocido en su época está teniendo problemas en su cerebro e insinuaban que podría ser por rematar demasiado con la cabeza, debatían si los niños que están en las canteras de los equipos de fútbol de nuestro país deberían de aprender a rematar de cabeza. Personalmente no creo que esa sea una cuestión que tenga que discutir nadie, a los niños que les guste el fútbol van a seguir rematando con la cabeza cuando sea necesario sin tener en cuenta si hay o no daños a largo plazo, les vamos a prohibir jugar solo porque unos periodistas hayan insinuado que puede ser peligroso. Por esta regla de tres ninguno de nosotros practicaríamos ningún deporte ya que todos tienen alguna clase de riesgo para el cuerpo humano, ya sean lesiones menores o mayores.

 

Hay gran cantidad de deportes que la gente practica porque son peligrosos, el peligro es lo que hace que esos deportes tengan tanta aceptación. Es como si los boxeadores no supiesen que el deporte que practican puede ser muy peligroso para sus cerebros a no muy largo plazo, seguro que más de un boxeador español ha terminado pasando los días en algún Centro de día en Madrid, pero eso no le preocupó cuando era joven y le gustaba subir al ring para boxear.

 

Además, el debate de si hay deportes peligrosos para nuestros cuerpos quedó solucionado cuando todos vimos en la televisión a Mohamed Alí con unas muestras notables de parkinson, que nadie tenía ninguna duda de que eso eran secuelas sufridas por todos los combates que había efectuado a lo largo de su carrera.

 

Si los deportes no tuviesen un componente peligroso, no creo que nadie quisiese practicarlos, la gracia que tienen es que hay que esforzarse y con mucho esfuerzo es como la gente consigue lesionarse, y superar esa lesión es lo que hace que el deporte sea tan seguido por todo el mundo.


Aptitudes para el cuidado de enfermos con Alzheimer  

Muchas personas no tienen tiempo para cuidar a sus familiares con enfermedades de tipo degenerativo como pueda ser el Alzheimer. El trabajo es una de las causas principales de esta falta de tiempo, pero también los (otros) deberes familiares como el cuidado de niños pequeños. Compaginar todo es difícil y, a veces, directamente imposible. Por todo ello, algunas personas con familiares enfermos de Alzheimer optan por contratar a cuidadores profesionales.

Por mi experiencia en diversos Centros de día para mayores en centro Madrid, debo decir que cada vez se nota más una mejora en la profesionalidad de los cuidadores. Los centros de día son una excelente opción para todas las personas que necesitan ayuda para cuidar de familiares enfermos. Si además necesitamos ayuda extra en nuestro propio domicilio, suelen surgir algunas dudas sobre las aptitudes que deben tener los cuidadores.

Uno de los aspectos que, curiosamente, despierta ciertos reparos es la necesidad económica, por llamarlo de algún modo. Los cuidadores cobran y eso parece que “no queda bien”. Algunas personas tienden a creer que como los cuidadores profesionales exigen una contrapartida económica por realizar su labor y no lo hacen de forma altruista no van hacer su labor con tanta dedicación. No debemos caer en esta paradoja. El cuidador es un profesional y, como tal, cobra por ello, aunque deba tener también unas innatas condiciones altruistas para enfrentarse al cuidado de enfermos con Alzheimer.

La experiencia es otro factor importante. Es lógico que prefiramos a cuidadores que ya hayan desarrollado esta labor en otras ocasiones. Así mismo, la formación específica también ayuda. Cada vez son más los cuidadores que aportan una formación concreta en tratamiento con personas  con trastornos degenerativos. El hecho de contar con una preparación teórica ayuda también a desarrollar la labor de cuidado de enfermos con mayor solvencia.

En algunos Centros de día para mayores en centro Madrid podemos encontrar información y recomendación sobre cuidadores profesionales. Si tenemos dudas, siempre es mejor acudir a un entorno en el que se muevan profesionales del sector. Si al final optamos por contratar a un cuidador profesional, las referencias son también decisivas.