El centro de muchas ciudades acaba convirtiéndose en un lugar poco habitado debido a diferentes razones:
-En el centro suele haber pocas plazas de aparcamiento y también escasos garajes. Muchas viviendas no tienen garaje propio y no es fácil alquilar una plaza ya que normalmente son escasas y caras.
-Las normas de cada ayuntamiento pueden dictar que los edificios de una zona histórica de la ciudad deben de cumplir con ciertos parámetros relativos a los materiales que se utilizan en su rehabilitación, especialmente de aquellos elementos exteriores como la fachada o las ventanas.
A veces es obligatorio conservar una imagen típica de la zona, como por ejemplo ventanas de madera o cierto tipo de piedra en la fachada.
-Algunas zonas céntricas de ciudades cuentan con muchos locales de ocio que causan mucho ruido durante la noche. Este es uno de los motivos, junto con la escasez de aparcamiento, que lleva a muchas personas a escaparse hacia los ensanches de las ciudades atraídos por más comodidades y también por mucho más servicios.
Pero vivir en el mismo centro tiene también muchas ventajas que no se deben de olvidar:
-En algunos lugares existe la posibilidad de comprar una casa unifamiliar de una o de dos plantas. Se trata de viviendas muy antiguas pero que proporcionan a quién las posea la posibilidad de vivir en pleno centro sin tener que soportar a los vecinos.
-Al vivir en el centro se está muy cerca de todo, especialmente de las oficinas en las que trabaja tanta gente. Además, en el centro es donde suele haber mayor número de actividades culturales, como exposiciones o teatro.
Son estos argumentos los que llevan a buscar el edificio, piso o vivienda adecuada y a la empresa de rehabilitacion que ofrezca una mejor relación calidad precio para darles una segunda oportunidad. Rehabilitar una vivienda antigua permite, por un lado, comprar a un precio más económico que si se adquiere una casa que esté lista para vivir.
Permite, además, en el caso de rehabilitación de edificios realizar mejoras como instalar ascensores o incluso en casas unifamiliares destinar parte de la planta inferior para el garaje del coche. Así, se palían algunas de las carencias más importantes de los inmuebles céntricos.
Por último, al rehabilitar una vivienda por completo se puede hacer un hogar al gusto de quién lo arregla, con el único límite de las ordenanzas que obligan a una estética determinada.