UN PARAÍSO CERCANO

Hace ya más de veinte años, cuando éramos jóvenes, íbamos mucho de camping a la isla de Ons. Todos los veranos hacíamos una escapada el tiempo que pudiésemos, había años que podíamos ir durante toda una semana entera y otros años en que nos las teníamos que apañar con ir solamente un fin de semana. El viaje era toda una aventura en esa época porque no era como hoy en día que puedes ver toda la información que necesites en el teléfono móvil. Nosotros solamente teníamos la información de a qué hora salía el barco hacia Cangas del morrazo, el resto de la información que necesitábamos era completamente desconocida. Una vez que cogíamos el barco a cangas, el siguiente paso era coger un autobús hasta Bueu que era donde teníamos que coger el barco que nos llevaría hasta la isla de Ons, cuando llegábamos a Bueu nos daban los horarios barco ons y si nos sobraba tiempo, como era lo normal, íbamos a comparar algunas cosas a algún supermercado cercano al muelle.

 

Una vez que ya estábamos en Bueu llegaba la discusión final del viaje, en qué barco íbamos a viajar. Había un barco que iba bastante rápido pero a casi todos nos gustaba mucho más ir en el barco más lento porque era mucho más divertido ir en un barco pesquero acondicionado para el transporte de personas. Siempre nos poniamos en la popa del barco y por norma general llegábamos a la isla de Ons completamente calados, ya que las olas golpeaban en una boya que teníamos al lado y nos iba salpicando continuamente, pero ahí estaba la parte divertida del viaje. 

 

Una vez que habíamos pasado el tiempo que podíamos estar, la vuelta era igual, o peor porque desconocíamos todos los horarios del resto de los transportes que teníamos que coger, pero nos aventuramos igualmente al viaje. He de decir que nunca tuvimos que esperar demasiado entre un transporte y el siguiente. Con los años, cuando íbamos teniendo nuestros primeros coches ya escogimos otros destinos para ir de camping a los que pudiésemos ir en los coches, era más sencillo.


Los spas son para el invierno

Los spas son lugares de relax a los que es bonito ir en cualquier momento del año. Pero en invierno, la visita a uno de estos lugares es todavía más especial. Con el frío en el exterior, es todo un placer ponerse un bañador y sumergirse en un agua climatizada a una temperatura excelente, en un ambiente cálido y agradable y disfrutar del relax del agua y de los chorros.

Y no se trata solo de disfrutar del circuito acuático, sino también de todo el circuito de relax que generalmente lo acompaña. La sauna o los baños turcos son perfectos también para el invierno, cuando pasar calor se nos antoja algo muy atrayente. Una sensación muy agradable que ayudará a abrir los poros y a limpiar las impurezas de la piel a la vez que le dará un alivio a las personas con problemas de pulmón, asma o que tengan congestionadas las vías respiratorias.

Muchos spas están situados en hoteles con instalaciones maravillosas. Y hacer una pequeña escapada en invierno es una fantástica manera de cargar las pilas. Una buena forma de hacerlo es regalando a tu pareja una Tarjeta regalo spa Valencia para disfrutar ambos en una escapada de fin de semana. Además de la sesión de spa podéis reservar a mayores un masaje y una cena fantástica en el restaurante del hotel.

De esta manera, el fin de semana será un oasis de calma y de bienestar. Todo puede comenzar con un paseo por la ciudad, disfrutando de los rincones más emblemáticos para, al atardecer, relajarse con la sesión de spa y el masaje. Se puede finalizar el día con una cena en el restaurante y una estancia en una habitación con todos los lujos para sentirse a cuerpo de rey.

Por la mañana, tras un delicioso y reconstituyente desayuno, un nuevo paseo por la ciudad hasta que llegue el momento de regresar a casa, con la sensación de haberse tomado un paréntesis fantástico que ayudará a volver a la rutina con energía y con fuerzas renovadas para sacar adelante el trabajo y los problemas cotidianos.

Las tarjetas regalo spa pueden ser el obsequio perfecto para cualquier ocasión, incluso si el spa está en la misma ciudad, pudiendo disfrutar de una mañana o una tarde diferente de relax y de mimos personales. Porque mimarse y cuidarse es importante y todos nos merecemos una experiencia así.