Cualquier negocio especializado en comidas y tapas tiene que contar con un buen Proveedor de poton congelado para hosteleria ya que este producto tiene una gran salida durante todo el año. Mientras que en invierno puede formar parte de guisos y otros platos calientes, en verano también existen muchas formas de disfrutar de este cefalópodo con diferentes preparaciones. Curiosamente, es muy utilizado para sustituir a otros productos en versiones más económicas de otras recetas. Pero, para quienes lo conocen, se trata de un producto con personalidad propia que puede ser muy apetecible por sí mismo:
-Potón “a feira”. Es un plato que se ha vuelto muy popular en muchas casas e incluso familiarmente se le ha dado en llamar “falso pulpo”. Pero lo cierto es que el potón tiene un sabor muy distinto al pulpo y este plato, al que se le pueden dar distintos nombres, puede ser una alternativa barata y muy sabrosa al pulpo de siempre. La preparación es sencilla, ya que solo hay que cocer las tiras de potón y cortarlas aliñándolas con aceite de oliva virgen, sal y un punto de pimentón picante.
Puede servirse como plato o puede ofrecerse como una tapa gratuita para acompañar a las consumiciones con mucho sabor y estilo.
-Potón rebozado. Se usan las tiras de potón más finas y se rebozan con huevo y harina para freírlas. Es un plato delicioso que supone una versión barata de los calamares a la romana pero que se ha ganado mucho público por su propia personalidad. Acompañado de una ensalada y aliñado con limón es un plato ligero, fresco y perfecto para degustar en una terraza.
También resulta perfecto para compartir con otras personas en plan de picoteo mientras se toman unas cañas o unos refrescos en una agradable terraza de verano.
-Salpicón de potón. Nuevamente, una receta económica para un salpicón fresco de verano. Se corta el potón en cubos pequeños y se añade surimi cortado del mismo modo, pimiento, cebolla, tomate y aceitunas. Se aliña con una deliciosa salsa de vinagreta. Lo bueno de este salpicón es que puede personalizarse con toques especiales de modo que cada local tenga su propia versión.
Como todos los salpicones, se sirve frío y resulta muy refrescante, por lo que es muy apropiado para las horas de más calor del mediodía en cualquier lugar de España.