5 flores más demandadas en floristerías de España

El sector de la floristería repunta un año más coincidiendo con el inicio de la temporada primaveral. Las rosas, tulipanes, margaritas, lirios y claveles se convertirán de nuevo en los superventas de esta época, en la que tradicionalmente se celebran bodas y cuando jardines y terrazas cobran protagonismo e interesa decorarlos con adornos florales.

 

Protagonistas en San Valentín, las rosas rojas son una de las Flores a domicilio Vigo, Sevilla, Madrid o Valencia más demandadas durante los 365 días del año. Su popularidad no es exclusiva de nuestro país, ni siquiera de nuestro tiempo, pues esta variedad de rosa se cultiva y se aprecia desde hace 6.000 años. Civilizaciones como la egipcia y la babilónica ya asociaban esta flor con la pasión y el romanticismo.

 

Las margaritas, por su parte, son símbolo de amistad, de pureza e incluso de amor eterno. De ahí que los ramos de esta planta herbácea gocen de popularidad en todo el mundo. Otro tanto puede decirse de los claveles, la flor más demandada en gran parte del sector floristero por su uso en celebraciones y su diversidad de colores (los rojos, blancos y amarillos son los más representativos), perfecta para realizar vistosas composiciones.

 

Los lirios, o azucenas, disfrutan de unas ventas constantes durante la mayor parte del año, con los habituales picos de febrero, julio y septiembre motivados por San Valentín y las uniones matrimoniales, respectivamente. Desde tiempos remotos, los lirios han estado asociados con la maternidad y el nacimiento. Griegos y romanos, antes del nacimiento de Cristo, remitían lirios a sus allegados para desearles una próspera vida.

 

El tulipán es otra de esas flores que no necesita carta de presentación y que cuenta con una gran aceptación entre los consumidores españoles. Aunque los Países Bajos sean el principal proveedor internacional de esta planta bulbosa, en realidad proviene de Asia y su cultivo se expandió por Occidente gracias a horticultores árabes.


El sentido del tacto 

Parece que la cultura visual puede con todo, pero si se trata de promocionar la imagen de un negocio, hasta el tacto es importante. Porque por muy bien que gestionemos nuestra imagen en redes siempre existen otros mecanismos ‘clásicos’ que no debemos rechazar. ¿Os acordáis de cuando una buena tarjeta de visita era nuestra mejor presentación? Pues en el siglo XXI sigue siendo un elemento sencillo de promoción que nunca conviene descartar.

Y lo decimos con conocimiento de causa porque llevamos trabajando mucho tiempo en este sector y sabemos cuándo un proyecto de promoción tiene éxito y cuándo no. Pero no tenemos, ni mucho menos, una varita mágica, sino que hemos aprendido como todos, a base de acierto y error. Entonces, ¿pueden los Tarjetones de visita ayudarnos a dar a conocer nuestro negocio, a que nuestros potenciales clientes nos recuerden, y nos recuerden bien? Por supuesto, para eso estamos nosotros. 

¿Y cómo diseñar un buen tarjetón de visita? Lo más importante es pensar en el tipo de cliente al que va dirigido y en base a ello organizar el diseño. No es lo mismo un tarjetón de visita de una tienda de moda que de un restaurante o de una empresa inmobiliaria. Todos tienen en común la necesidad de afianzar su imagen con un elemento físico que recuerde a los clientes sus servicios. Pero su tipo de cliente varía.

Por eso nosotros damos mucha importancia al target a la hora de elaborar nuestros diseños para los Tarjetones de visita. Pero también intervienen otros elementos como el propio tamaño. Una tarjeta de gran tamaño no se puede guardar en la cartera, sus objetivos son otros. A menudo acompañan otros elementos de marketing como carpetas, libros o catálogos. 

Por lo tanto, a la hora de solicitar una impresión de tarjetas de visita de gran tamaño hay que estar seguro del uso que se le va a dar y en qué contexto, como pueda ser una feria o una demostración de los productos y los servicios que ofrecemos. Pero de cualquier manera es evidente que los elementos físicos aún tienen mucho que decir en el marketing.


Un buen reloj continúa siendo la mejor inversión

Las mejores marcas de Relojería saben muy bien que un reloj de calidad es la mejor inversión. Un buen reloj no pasa de moda y si nos cansamos de él podemos venderlo y en muchos casos no solo recuperar la inversión, sino incluso ganar dinero en el caso de clásicos que se han vuelto coleccionables.

Pero incluso si no pensamos en ganar dinero, un buen reloj es una inversión de cara a nuestra imagen. Cuando trabajamos con clientes que saben muy bien el valor de las cosas y diferencian lo que es real de lo que es pura apariencia, lo mejor es llevar un reloj de calidad, aunque no sea el más caro ni el más lujoso y no un modelo de imitación que será identificado al momento.

Con el primero, quedaremos como una persona práctica, que le gusta la calidad y la clase y que sabe elegir aquello que tiene un valor. Con el segundo, la imagen que proyectamos es la de alguien pretencioso que quiere aparentar lo que no es y que además toma por tontos a los demás al creer que puede engañarlos tan burdamente.

Los relojes clásicos son la mejor inversión porque no habrá que cambiarlos cada poco tiempo, cuando pasen de moda, sino que siempre podrán formar parte de nuestros looks más cuidados combinando con la ropa más actual y con los modelos atemporales.

Los que aprecian mucho los relojes, en ocasiones disfrutan buscando en mercadillos y tiendas de segunda mano ya que hay personas que no sienten ese amor por los relojes y que venden modelos de sus padres o abuelos a precios que no tienen que ver con los que circulan en páginas de coleccionistas. Frecuentemente, es necesario hacer una puesta a punto de estos modelos, pero se convierten en una pieza especial de la colección personal que se puede llevar en ocasiones muy especiales.

Para el día a día, lo mejor es recurrir a las marcas más conocidas, famosas por su calidad y comprar un reloj elegante, no demasiado recargado y con las funciones esenciales, que aporten una apariencia profesional y demuestren buen gusto. A mayores, se puede tener un reloj más moderno, de tendencia, para usar en el tiempo libre con la ropa más informal o cuando se sale con los amigos, siendo muestra de esa otra personalidad que todos tenemos cuando estamos en nuestro ambiente.