Una de las cosas por las que merece pagar cuando se compra un billete de avión es por evitar las largas colas para facturar. Por eso, cada vez son más los viajeros que deciden pagar por aplicaciones que les informan del tiempo de espera en las colas, de modo que pueden acudir cuando menos personas están en el mostrador. Aunque esto suponga llegar al aeropuerto un poco antes de lo previsto, siempre será mejor esperar tomando un refresco hasta la hora de embarque, que de pie ante el mostrador.
Si se viaja con niños o se trata de un viaje especial con la pareja, también merecerá la pena pagar por viajar juntos. Algunas compañías obligan a abonar un extra para poder reservar asientos conjuntos y en muchos casos es un gasto evitable. Pero si necesitas hacerlo, reserva con tiempo y coge los asientos que quieres de manera que puedas viajar con tu familia o con tu pareja sin contratiempos.
Muchas personas no lo hacen confiando en que cualquier viajero le hará un cambio. Pero hay que tener en cuenta que nadie está obligado a ceder su asiento.
En tercer lugar, también hay ocasiones en las que puede merecer la pena pagar por un billete de primera clase. Realmente, la diferencia de precio puede ser muy grande pero hay casos en los que puede estar muy justificado el pagar este plus. Es el caso de personas mayores con problemas de salud o de movilidad y que se encontrarán muchísimo más cómodos en los asientos confortables, anchos y con mucho espacio que se encuentran en primera clase.
En estos asientos podrán mover sus piernas con libertad, recostarse tanto como necesiten y contarán con asientos mucho más mullidos. Esto es especialmente importante en desplazamientos largos, como por ejemplo los que se realizan a otros continentes. Si se consiguen los billetes con suficiente antelación, el precio puede ser algo más ajustado.
Si has decidido pagar por alguna de estas cosas, imagino que también querrás recortar gastos para compensar. Y una de las mejores formas de hacerlo es optando por un parking larga estancia terminal 2 económico, que ofrezca las mismas garantías que un parking caro pero a un precio que merezca la pena. Los parkings con servicio de larga estancia permiten dejar el coche bien cuidado mientras nos desplazamos, incluso si vamos a tardar varias semanas en regresar y con precios pensados, precisamente, para estas estancias largas.